La Minería y su Incidencia en el Medio Ambiente
La minería a cielo abierto es uno de los peores enemigos del medio ambiente. Es una actividad que ataca, destruye y hace sufrir a la naturaleza y a todo lo que la rodea, incluyendo, por supuesto, a los seres humanos. Así mismo, es una actividad industrial que no sólo provoca grandes y serios problemas ambientales, sino también sociales y culturales.
Entre los principales impactos que puede originar la minería se encuentran: la destrucción de la corteza terrestre, la contaminación de las aguas, la afección a la flora y fauna del entorno próximo a la explotación minera y los efectos negativos en la salud humana de las poblaciones próximas a la mina (aunque en ocasiones estos efectos pueden extenderse más).
La minería
a cielo abierto es uno de los peores enemigos del medio ambiente. Es
una actividad que ataca, destruye y hace sufrir a la naturaleza y a todo lo que
la rodea, incluyendo, por supuesto, a los seres humanos.
Esta minería
a cielo abierto, MCA, es una actividad industrial que provoca grandes y
serios problemas ambientales, sociales y culturales. Es un negocio en beneficio
de pocos a costa de muchos, donde, lamentablemente, el dinero que gira en torno
a esta actividad es sumamente elevado que termina solventando el silencio de
muchos para poder continuar con este agresivo negocio.
El elevado
impacto medioambiental de la MCA recae sobre la esencia de su
actividad, la cual se basa en la remoción, a cielo abierto, de importantes
cantidades de suelo y subsuelo que luego se procesan para extraer el mineral.
En muchas ocasiones, la tierra removida es excesivamente superior a lo que se
termina extrayendo. Pero lo peor de esta minería es cómo se lleva a cabo y el
empleo de sustancias altamente nocivas que integran su modus operandi.
En cuanto
al cómo se lleva a cabo esta minería a cielo
abierto, debemos hacer mención a la utilización de importantes maquinarias
mineras (excavadoras, cintas transportadoras, entre muchas otras) y potentes
insumos que son capaces de acabar con enormes superficies de tierra. De esta
forma, maquinarias e insumos son empleados en las distintas etapas de la
actividad minera, provocando, cada etapa en particular, sus propios impactos
medioambientales.
Estas etapas que hacíamos mención recientemente, son:
- Prospección y exploración de yacimientos.
- Desarrollo y preparación de las minas.
- Explotación de las minas.
- Tratamiento de los minerales obtenidos en instalaciones respectivas con el objetivo de obtener productos comerciables.
Conforme a los
efectos nocivos que estas etapas desencadenan, otro hecho que agrava la
situación de esta minería es la implementación de elevadas cantidades de
cianuro con el fin de recuperar el oro del resto del material removido. Para
esto, el yacimiento debe ser muy grande y se deben cavar cráteres enormes que
suelen tener más de 150 hectáreas de extensión y superan los 500 metros de
profundidad.
Sin lugar a
dudas, la minería a cielo abierto es una actividad industrial que merece
rechazo. Ésta, en el afán de obtener minerales para incrementar el negocio de
algunos, se lleva consigo grandes extensiones de tierra, requiere un
elevadísimo consumo de agua, donde os recordamos que mucha gente no tiene
acceso a ella, y genera una considerable contaminación ambiental.
No podemos
permitir que estas actividades sigan envenenando el medio ambiente, tomemos
conciencia, apoyemos a los grupos que luchan contra ellas y pidamos leyes que
pongan freno a esta actividad.
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